Cepillar la piel en seco tiene grandes y muchos beneficios para nuestra piel : Elimina las células muertas y estimula la circulación sanguínea, suaviza la piel, la tonifica, estimula el sistema linfático, favorece así la regeneración celular y previne la celulitis. También ayuda a evitar pelos encarnados y abrir los poros previo a la depilación.

Lo aconsejable es realizar de este ritual de belleza un hábito diario y que se incorpore a otros como el baño o el ponerse crema, de modo que los resultados sean los mejores. Es necesario tener cepillo de cerdas suaves o una esponja vegetal y comenzar de manera a suave con masajes o movimientos circulares ascendentes durante varios minutos todos los días.

Un régimen regular de cepillado de la piel en seco hace la piel más resistente y reduce la celulitis. Se necesitan al menos de 3 a 6 meses de cepillado regular para ver los resultados.

cepillarse la piel en seco


Consejos para el cepillado en seco

  1. Lo mejor es comenzar con un cepillo de cerdas suaves naturales para evitar que la piel se irrite y a medida que pasa el tiempo cambiar por uno de cerdas más fuertes
  2. El cepillado debe realizarse en seco, para lo cual deben estar la piel y el cepillo secos
  3. Lo ideal es realizar el cepillado antes del baño, así al ducharse se eliminan todas las células muertas que se desprendieron con el cepillo
  4. El cepillado debe ser realizado sólo una vez al día y en cepillar todo el cuerpo se demora, aproximadamente, unos 10 o 20 minutos
  5. Comenzar el cepillado desde las palmas de las manos siguiendo con los brazos. Posteriormente pasar a los pies y desde ahí hacia arriba, finalizando con la espalda
  6. Cepillar con mayor énfasis las zonas de celulitis o de granitos e impurezas como ser la espalda
  7. Un consejo para humectar la piel, es luego del cepillado aplicar aceite de almendras sobre todo el cuerpo y darse una ducha
  8. Es importante evitar cepillar en seco las zonas sensibles del cuerpo como ser rostro, senos y cuello. También tener especial cuidado con las áreas donde puedan haber cortadas, heridas, grietas, etc.
  9. Tras el cepillado y el baño, secar bien la piel y aplicar algún aceite esencial vegetal para humectar la piel como ser de coco, oliva o jojoba
  10. Luego de unos 30 días de realizar esta práctica regularmente podrán notarse los primeros cambios
  11. Las personas con hipertensión arterial o problemas circulatorios es mejor que consulten con el médico antes de realizar esta práctica
  12. Una vez a la semana es aconsejable lavar el cepillo con agua y un jabón antibacterial y dejarlo secar bien antes de volverlo a utilizar

Siguiendo estos sencillos consejos, la piel se puede mantener limpia y saludable, reduciendo así el estrés en el hígado y los riñones ya que al ser liberadas las toxinas mediante los poros, estos órganos tendrán menos trabajo.
Si llevas algún tiempo pensando qué color de pelo te puede favorecer más y de paso cambiar tu look habitual, te vamos a contar unos sencillos consejos para que puedas dar otro aire a tu look sin llevarte sorpresas desagradables.

Lo primero es tener en cuenta cómo es nuestra personalidad: si eres una mujer atrevida, que le gustan los cambios y que no teme arriesgar, podrás decantarte por un tono de pelo totalmente distinto al tuyo. Pero si sueles ser más tradicional y te gustan los cambios pero sin demasiadas sorpresas, elige siempre un tono similar al de tu pelo natural, para que el cambio no sea tan brusco y no te cueste volver a reconocerte frente al espejo.



Los rubios

Comenzamos por el tono estrella: los rubios claros. En principio parece un tono favorecedor para todas, pero siempre te va a sentar mejor si tienes rasgos muy marcados ya que dulcifica las facciones. También es buena elección si tienes la cara redonda, para afinar su contorno, y si tienes la piel clara. Olvídate si eres bastante morena de piel o tienes la cara muy delgada.

Por lo general, cambiar a este tono puede incluir una base de decoloración, por lo que tendrás que darle un tratamiento extra a tu cabello para que no sufra demasiado, sobre todo con mascarillas nutritivas y sin abusar del secador, que lo resecaría aún más.

No te excedas con la claridad del tono, empeñarse en ser rubia platino sobre una base morena, no suele acabar bien. Si siempre has sido muy morena opta por un rubio oscuro o los favorecedores tonos miel.

Para las castañas sí es viable optar por un rubio claro, ya que así el cambio no es tan brusco. Si tu color de piel es pálido, lo ideal es el rubio claro. Si tienes la piel algo más bronceada, opta por el rubio oscuro. Si no deseas un cambio muy radical, siempre puedes optar por las mechas de sol que darán luz a tu rostro y dulcificarán tus facciones.


Los pelirrojos

El pelirrojo es quizá el color más arriesgado de todos, y te favorecerá si tienes los ojos y la piel muy claros. También podemos optar por los tonos caoba, menos anaranjados si tus ojos son oscuros y la piel algo menos pálida. Pero cuidado si eres muy morena de piel, ya que el resultado puede resultar excesivamente poco natural. También hay que tener en cuenta la diferencia de color de las cejas a la hora de decantarnos, especialmente, por un pelirrojo anaranjado.

Si el producto que has elegido para cambiar tu tono implica decoloración, tendrás que cuidarlo como en el caso del rubio, no lo olvides, ante todo está la salud de tu melena.


Los castaños

Es el color base con el que casi todas nos vemos favorecidas pero que, como hemos visto antes, podemos modificarlo ligeramente apostando por un baño de brillo, algunos reflejos con rubios medios, reflejos dorados o cobrizos, para darle más fuerza a nuestros puntos fuertes.

Si has elegido un tono castaño para pegar un cambio, has de saber que te favorecerá mucho si tienes la piel dorada, rasgos aniñados y ojos claros. No son muy recomendables los castaños intensos para tonos de piel muy pálidos, ya que podría crearse un contraste excesivo y poco natural entre el tono de tu piel y la profundidad del tono de tu cabello.


Los morenos

Si tu elección ha sido el pelo moreno, lo mejor es que tus rasgos se caractericen por una piel muy bronceada, los ojos rasgados y facciones dulces. Si tus rasgos son duros, más vale que no te decantes por tonos demasiado oscuros ya que aumenta aún más este efecto y podría hacerte envejecer unos cuantos años como por arte de magia.

Cabe destacar, que si tienes una nariz prominente, los tonos muy oscuros también producirán que se marque más esta característica de tu rostro.
Ahora con un kiwi y un poco de yogur podemos elaborar una mascarilla facial para cutis graso que te permitirá lucir una piel suave, limpia y libre de impurezas en tiempo récord. Pruéba este consejo de belleza, ¡no te arrepentirás!

El Kiwi es una fruta del cual son muy conocidas y numerosas las propiedades que aporta a nuestro organismo. Entre ellas, cabe destacar sus beneficios para la piel, convirtiendo al Kiwi en una gran aliada de belleza. Y es que su alto contenido en vitamina C, superior al de cítricos como la naranja o el limón, contribuye a la formación de colágeno para el correcto funcionamiento de la piel, defendiéndola de las agresiones externas y combatiendo arrugas.

Mascarilla casera para piel grasa

Además, la vitamina C, al igual que la vitamina E, que tambien esta presente en el kiwi, tiene propiedades antioxidantes que contribuyen a disminuir el daño oxidativo que los radicales libres producen en estructuras como el ADN, proteínas o lípidos.

Conociendo todos los beneficios que aporta el consumo de kiwi, tambien se puede aprovechar,sus propiedades astringentes para preparar mascarillas faciales y mejoran el aspecto de las pieles grasas, dándoles un plus de vitalidad.


Mascarilla casera con kiwi para piel grasa

Esta mascarilla casera es una solución ideal cuando tenemos una cita o evento importante y necesitamos que el maquillaje permanezca inalterable en nuestra piel más tiempo, además de permitirnos lucir una piel limpia, suave y luminosa, libre de impurezas, que rebosa salud y juventud. Pruébala, ¡no te arrepentirás!

Necesitas:
1 kiwi maduro
1 yogur natural
Retira la piel al kiwi, trocea y añade en el vaso de la batidora. Incorpora dos cucharadas de yogur natural y bate hasta obtener una crema homogénea.

Forma de aplicación:

Primero, limpia en profundidad la piel del rostro con el jabón facial habitual y agua tibia para que se abran los poros. Seguidamente, utiliza un exfoliante y aclara también con agua tibia (puedes apostar también por un exfoliante casero). A continuación, aplica la mascarilla por todo el rostro, evitando el contorno de ojos. Relájate y permite que la mascarilla actúe durante 15-20 minutos. Finalmente, aclara con abundante agua fría y seca la piel mediante ligeros toques con una toalla limpia. ¡Resplandeciente!